sábado, 2 de febrero de 2008

Lobos humanos



Al mismo tiempo que llegaban las películas de licántropos que resucitarían el género en los ochenta, "Aullidos" y "Un hombre lobo americano en Londres" llegó y pasó más desapercibida esta curiosa cinta, que yo creo, pasó sin pena ni gloria porque se promocionó de mala manera, haciéndola parecer una película de hombres lobo, cuando no lo es. Dirigida por Michael Wadleigh, un director del que solo se conoce otro trabajo, un documental sobre Woodstock, y protagonizada por actores que normalmente suelen hacer de secundarios, como Albert Finney y Edward James Olmos.
Todo comienza con una brillante secuencia nocturna. El magnate y político Van De Veer da un paseo de noche con su esposa, por una vieja iglesia que pronto será derribada para construir uno de sus edificios. Su chofer y guardaespaldas espera, fumando pacientemente un cigarrillo cuando de pronto, es brutalmente asesinado por unos extraños seres depredadores a los que no vemos. El magnate y su esposa sufrirán su misma suerte. Al día siguiente, el inspector Wilson (Finney) acudirá al lugar de los hechos y tendrá que trabajar con la psicóloga criminalista Rebeca Neff para esclarecer los hechos. Pronto se pone de manifiesto que los crímenes no han sido normales, ya que las mutilaciones que sufrieron los cadáveres no fueron hechas con ningún arma blanca. Wilson investigará y descubrirá que los archivos están llenos de casos similares, muertes violentas sin motivo aparente, que nunca habían preocupado a nadie porque las víctimas eran vagabundos sin hogar y drogadictos terminales. Investigará ciertas leyendas de la comunidad india con ayuda de Eddie Holt, un indio americano que poco a poco le transmitirá ciertas leyendas. Se hará evidente para Wilson que una vieja raza, un paso evolutivo desaparecido entre los lobos y los hombres, que ha vivido durante milenios en el subsuelo y en los barrios bajos está emergiendo ahora para defender su territorio...
Sorprende sobre todo el aire de serie B de la buena que tiene la película, con los típicos mensajes sociales que emana la cinta. Por ejemplo, los extraños "lobos humanos" (una especie depredadora más inteligente y desarrollada que el hombre) han permanecido durante eras ocultos, alimentándose de los hombres abandonados por los que nadie se preocupa, pero cuando el proyecto inmobiliario de Van de Veer amenaza su hogar (una vieja iglesia derruida en un barrio marginal) los lobos humanos emergen para defender lo que es suyo. Nadie tenía conocimiento de su existencia porque viven y se alimentan con cuidado, y los únicos que saben de ellos, los indios (con los que antaño estos lobos humanos mantuvieron una relación cordial, hasta que el hombre se "civilizó demasiado") se han molestado en hacer que todo el mundo crea que estos seres son solo viejas leyendas, en las que ya muchos indios jóvenes no creen, como puede verse en la escena del bar. Sin embargo, algunos de ellos, como el propio Holt, todavía tienen cierto contacto místico con estos seres...

Los detectiven se meten en la boca del lobo

También el personaje protagonista, Dewey Wilson, es totalmente ochentero. Un policía "quemado" que aparece por primera vez en zapatillas deportivas y sujetando un café, terriblemente resacoso, y por quien casi nadie parece sentir aprecio. Poco a poco, Wilson superará su fascinación y su miedo, y acabará sintiendo una extraña afinidad con esta raza de "lobos humanos" impidiendo que los guardias de seguridad los maten cuando los lobos irrumpen en los despachos de la constructora de Van de Veer.
Curiosa y mayormente desconocida, quizá por el mentado motivo de que la distribuidora, Warner, intentó venderla como "una película de hombres lobo" en pleno auge de los licántropos en el cine, y la película tenía bien poco que ver con el tema. Una película de serie B, modesta, bien rodada (basada en una novela de Whitley Strieber, autor de "El ansia") y con actores más que solventes, "Lobos humanos" es una película añeja, que ha ganado mucho con los años, y perfectamente disfrutable hoy en día.
UNA PEQUEÑA NOTA: La película fue distribuida en su día por Warner Española, y desde entonces no ha vuelto a ser editada en nuestro país, por lo que es bastante dificil encontrar una copia. Si bien en emule circula una version con el DVD americano y el sonido del VHS español, más que correcta.

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