jueves, 22 de mayo de 2008
Tiburon 2
Tiburón de Spielberg fue un auténtico éxito, un fenómeno de masas a la altura de "Superman" o "La guerra de las galaxias" y en su momento fue la película más taquillera de la historia del Cine, creando además verdadera psicosis entre los bañistas aquel verano. Así pues, era lo más natural del mundo que sus productores, Richard Zanuck y Robert Brown, se planteasen una secuela para explotar el éxito. Aunque Steven Spielberg no quiso oír hablar del tema, fueron muchos los directores interesados, el primero de ellos, John Hancock, fue despedido del rodaje (uno de los múltiples problemas que hubo) y fue sustituido por Jeanot Szwarc.
El filme cuenta la historia de la isla de Amity tres años después de los ataques producidos por el primer tiburón. La isla es ahora un lugar seguro, y los problemas causados por el tiburón han sido completamente olvidados. El alcalde Vaughn (Murray Hamilton nuevamente) prevee un excelente verano por delante, pero un fotógrafo submarino muere atacado por algo en el mar. Se denuncia su desaparición pero solo es hallada su cámara, que una vez revelada muestra una serie de sombras en el agua... al ver la foto, el sheriff Brody insiste en que se trata de un tiburón, y más tarde hay en el mar un misterioso accidente en el que mueren dos chicas que hacían esquí acuático. Brody advierte a las autoridades de lo que sucede y dice que esta vez no piensa intervenir para salvarles el pellejo y sufrir el infierno que sufrió la última vez, pero comienza a vigilar las playas celosamente. Al creer ver un tiburón, desaloja la playa y efectúa varios disparos, pero la sombra solo resulta ser un banco de peces, y Brody es despedido por causar el pánico entre los bañistas.
Poco tiempo después, una chica que va en barca con su novio observa aterrorizada como un enorme escualo vuelca la barca y devora a su novio. Al encontrarla poco después en estado de shock, Brody comprende que había estado en lo cierto desde el principio, y al enterarse de que sus dos hijos han ido de merienda en barco con unos amigos, roba una embarcación y se hace a la mar, sin sospechar que el tiburón está acechando ya la barca de los jóvenes...
El principal problema del film, que en su día sufrió un tremendo batacazo, es la disconformidad entre los productores, que querían un film de aventuras similar a la primera, y el director inicialmente previsto, Hancock, que quería convertirla en una película de terror puro. Swarzc, que venía del mundillo de los documentales, consiguió organizar un plan de rodaje decente, pero en ciertos aspectos, se podría decir que la película carece del espíritu de la primera parte. El tiburón sale demasiado pronto y demasiadas veces para resultar aterrador, e incluso levantaba risas entre el público de la época. De hecho el momento más aterrador del filme es aquel en el que emerge un cadáver carbonizado del agua ante Brody, y las escenas de más interés aquellas que reúnen en un mismo plano a Roy Scheider (que inicialmente no deseaba repetir su papel) Lorraine Gary como su esposa, y futura protagonista de la saga, y Murray Hamilton como el alcalde, los tres excelentes en sus papeles.
La saga continuaría, ya en los ochenta, con "El gran tiburón" titulada así porque una producción italiana había sido estrenada en España como una "falsa" Tiburón 3, donde los hijos del sheriff Brody trabajaban en un parque acuático y se enfrentaban a un enorme escualo hembra. El film es bastante más entretenido de lo que se le suele calificar, presentándose más en clave de cine de catástrofe que de película de terror, resulta bastante nostálgico. aunque lejos de la maestría del original. No sucede lo mismo con la desastrosa Tiburón-La venganza, cuarta y hasta el momento última entrega de la saga, donde muere uno de los hijos del sheriff Brody, y su madre se convierte en una mujer acosada, que cree firmemente que una maldición persigue a su familia por el "asesinato" del primer tiburón a manos de su fallecido marido. A pesar de contar con el gran Micahel Caine, la película es un verdadero horror de escaso presupuesto, y se nota (la escena en la que el gran tiburón asoma sus fauces es siempre la misma, repetida hasta la saciedad, y se nota que es un mal muñeco de plástico). Con todo, esta segunda parte que nos ocupa es un filme estupendo, entretenido y más oscuro que la primera parte, disfrutable sin problemas y hoy en día, mucho mejor valorado que en el momento de su estreno.
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