viernes, 30 de mayo de 2008

Entrevista con el vampiro



Las novelas de Anne Rice sobre las Cronicas Vampíricas tienen mucha fama, sin duda, aunque la saga en su conjunto resulta mediocre y blanda, los dos primeros libros "Entrevista con el vampiro" y "Lestat, el vampiro" son especialmente apreciables, los mejores y más salvables, construyendo la mitología y a personajes bastante interesantes.
Por lo tanto, cuando se anunció que Neil Jordan iba a llevar a cabo la adaptación del primer libro, ya había muchos adeptos al libro, que acataron el asunto con bastante escepticismo. La propia autora se encargaría de adaptar su texto al cine (haciendo no pocos cambios). La dirección de Neil Jordan no podría ser más adecuada, teniendo en su filmografía esa fascinante película de género que es "En compañía de lobos" y los actores están bastante bien en sus papeles (incluso Tom Cruise, del que la autora dudaba y recelaba, pues prefería a Rutger Hauer o Tom Berenger).
Un vampiro, "creado" a finales del siglo XVIII, Louis (Brad Pitt) cuenta, en el presente, su historia a un asombrado periodista (Christian Slater). Tras perder a su esposa y a su hijo, el plantador sureño de origen francés cae en un estado de apatía, al borde del suicidio. Esa indiferencia ante la muerte, junto con sus riquezas, llamarán la atención de un vampiro, Lestat (Tom Cruise) que convertirá a Louis en uno de los suyos. Pero ambos son muy diferentes, como pronto aprenderá Louis: mientras él sigue aferrándose a su humanidad, negándose a consumar el acto supremo del vampirismo, el asesinato, y se alimenta de ratas y otros animales, pasa las noches haciéndose inteligentes preguntas existencialistas sobre su nueva condición. Su compañero y (supuestamente) superior, Lestat, es todo lo contrario: es un monstruo, un ser vil, superficial, materialista, frío, cruel y mentiroso, que solo obtiene placer destruyendo todo aquello que en realidad, envidia.

La familia vampírica

La relación entre los dos, a través de las décadas, tiene sus altibajos. En una de las mejores escenas del film, Lestat asesina de forma cruel a dos prostitutas para intentar convencer a Louis de que debe aceptar lo que es y comenzar a vivir como un monstruo, alimentándose de aquellos que son sus teóricos inferiores, los humanos. Pero esto solo los distancia más, Lestat en realidad no comprende a Louis, y piensa equivocadamente que todos los vampiros son iguales a él, y que la negativa de Louis a alimentarse de humanos es simple cobardía. Sin embargo, el discurso de Lestat lleva a Louis a las calles, donde hallará en un barrio azotado por la peste a una niña aferrada al cadáver de su madre. Se alimentará de ella (más por compasión que por lujuria) y este hecho, observado por el cruel Lestat, cambiará para siempre sus no-vidas eternas.
Lejos de estar dispuesto a perder a su pupilo, Lestat convierte a la niña moribunda en vampira, en un acto supremo de desprecio por la humanidad y la caridad. La niña, Claudia (Kirsten Dunst, sin duda la gran revelación del filme) es solo un instrumento más en manos de Lestat, que solo sirve para que Louis se encariñe con ella y no le abandone.
Claudia hereda los apetitos de su "padre" y no tiene los remilgos de Louis, sin embargo ella quiere más a este, y con el paso de los años, empezará a hacerse las mismas preguntas existenciales que él. Decididos a descubrir cuanto puedan sobre su condición, tramarán un plan para deshacerse del diabólico Lestat...
El diseño de producción y el vestuario de la película son sencillamente maravillosos, permitiéndonos sumergirnos en la historia con gran facilidad y sin que nada chirrie. Los actores están maravillosos en sus papeles, Pitt de "monstruo" atormentado que se aferra a su humanidad como la única cosa que puede salvarle, Cruise como un verdadero monstruo, ruin, falso y manipulador, Dunst como un ser increíble, que debido a haberse educado como lo ha hecho, jamás ha tenido los conceptos de "Bien" o "Mal" asumidos, y considera a la especie humana como un surtido de alimento del que no importa hacer uso cuando lo necesite, aunque sin llegar a los extremos de la crueldad de Lestat. Antonio Banderas se erige como otro personaje fascinante, Armand, el líder de la secta vampírica parisense, un ser fascinante, introvertido y sabio, del que uno no sabe si desea compartir sus secretos, o si es tan manipulador como el propio Lestat, utilizando esas "respuestas" que tanto anhela Louis para mantenerle a su lado. Stephen Rea (habitual del director) es otro vampiro cruel e hipócrita, otro verdadero monstruo, pero este oculto tras una fachada de humanidad más elaborada. Slater tiene un papel más breve como el periodista que recibirá todas estas revelaciones en la noche...
Resulta curioso que los vampiros de París se vistan como vampiros de ópera y actúen por las noches en un espectáculo llamado "Teatro de los vampiros" alimentándose de jovencitas ante centenares de espectadores que creen que todo es representación. Jordan construye otra obra maestra del género, la mejor película de vampiros de la década junto con el Drácula de la época. Y es que, en la mayoría de las películas de este subgénero de los noventa, como "Blade" o "Abierto hasta el amanecer" los vampiros acaban siendo lo de menos, una mera excusa para mostrar efectos especiales...
La película tuvo una secuela que poco o nada tiene que ver con esta (o con la novela en la que supuestamente se basa) "La reina de los condenados" un film del que realmente, nada positivo se puede reseñar.

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