domingo, 13 de abril de 2008
Carretera perdida
David Lynch, autor de joyas como "Terciopelo azul" o la serie Twin Peaks, y en los noventa comenzó a hacer películas deudoras de su ópera prima "Cabeza borradora". Es decir, películas raras, incoherentes, a veces sin ninguna lógica, bizarras, sin sentido... y fascinantes. Carretera perdida fue una de ellas, probablemente la más críptica y extraña. Tiene tantos admiradores como gente que la odia profundamente, no parece existir término medio. Contando con la música de su compositor habitual, Angelo Baladametti, y como actores, Bill Pullman, Patricia Arquette, Baltazar Ghetty, Robert Loggia y Robert Blake.
Todo comienza cuando un apático saxofonista, Fred Madison (Pullman) que está solo en casa, recibe un extraño mensaje en su contestador: "Dick Laurent está muerto". Eso es todo, a partir de ahí comienza la caída en picado. Fred tiene una esposa, René (Arquette) morena y guapa, de la que siempre se siente terriblemente celoso. Una mañana, encuentran en el buzón una cinta donde alguien se limita a grabar el exterior de la casa. Durante una fiesta, Fred ve a un extraño hombre pálido que parece saber algo sobre él, y que le causa una terrible sensación... poco después, reciben otra donde les graban en su dormitorio. Llaman a la policía, que no saca nada en claro, pero promete protegerles. Poco después, sin embargo, René aparece muerta, y parece ser Fred el culpable.
Es sentenciado a muerte, pero mientras espera en su celda del corredor de la muerte, desaparece, y en su lugar aparece otro hombre, Pete Dayton (Ghetti). Aquí comienza la paranoia. Es imposible, ¿como se han cambiado esos hombres? ¿Donde está Pete? lynch, sin embargo, nos conduce en la historia por los cauces que a él les interesan. Pete resulta que es mecánico en un taller, y vive con sus padres. Según parece, desapareció semanas atrás. Es devuelto a su vida, y en el taller se hace amigo de un mafioso, el señor Edy (Loggia) cuya amante resulta ser un clon IDENTICO de René, excepto en el pelo, la "nueva" Alice, es rubia. Pronto, Pete y ella se enrrollan, y traman un plan para deshacerse del señor Edy (que no es más que un alias, su verdadero nombre es Dick Laurent... ¿os suena?)
Todo esto es solo el principio. La película se vuelve por momentos más surrealista. No hay lógica, no hay línea argumental, ni empieza, ni termina. Pasan cosas, algunas sabemos y entendemos, otras, no. Los personajes pululan por la historia en silencio, cumpliendo su función, pero el público, muchas veces, no lo entiende. Un desaforado viaje a los infiernos personales de alguien (de Madison o de Dayton). En realidad, se le han dado muchas, muchas interpretaciones a este film. Desde la típica historia de un músico que vende su alma al diablo (en este caso, a cambio de venganza por los cuernos que le pone su mujer) a la teoría mas extendida entre los fans de Lynch, la de la fuga psicogénica. Parece ser una enfermedad psicológica real, que se ha dado muy poco. Según esta teoría, Fred ha matado a su esposa por celos, y es condenado a muerte por ello. Su instinto de culpabilidad le destroza, se vuelve loco, no puede aguantar la idea de que ha matado a su mujer y va a ser condenado a muerte en la silla eléctrico. Por ello, su mente se desdobla, se convierte en un esquizoide con múltiples personalidades y se crea, dentro de su mente, otro mundo paralelo donde las cosas son como a él le gustaría que fueran: "su" mujer le ama, consigue venganza contra Dick Laurent, todo va bien. Pero hacia el final, va siendo progresivamente consicente de la verdadera realidad que le rodea, lo que causa todas esas paranoias en los últimos minutos del filme...
El interesante personaje, llamado simplemente "Hombre misterioso" que interpreta Robert Blake, podría ser, según la teoría, algo distinto. Desde el diablo que ha comprado el alma de Fred y quiere cobrársela hasta su propia conciencia, su "alarma de realidad" que intenta hacerle "despertar. Hacia el final de la película, así parece querer indicárselo, respecto al personaje de Arquette. "No se llama Alice, se llama René. Si alguna vez te dijo que se llamaba Alice, te mintió".
Estrenada la película, Lynch tuvo que soportar muchas pullas. La gente la odiaba, no la comprendían, el público la aborrecía. No es una película que explique cosas, no es para todos los paladares, simplemente propone un juego, puedes aceptarlo, entrar en él y dejarte llevar por sus misterios, o mirar la película con los ojos de la lógica y aburrirte sin entender nada. Sin embargo, la crítica se mostró mucho más benigna de lo habitual, y hoy la película tiene muchos fans... casi tantos como detractores.
En resumen, un saxofonista que (quizas) ha vendido su alma al diablo tras matar a su mujer, y que (quizas) desaparece de su celda y en su lugar aparece otro joven que conoce a una joven fascinante y atractiva, con la que se liará para matar al tal Dick Laurent que (quizá) metió a su mujer René en el mundo de la prostitución... Lynch ha vuelto a dirigir otra película realmente extraña e incoherente "Mullholland Drive" que obtuvo bastante más exito. Con todo, a día de hoy Carretera perdida está considerada una de las mejores películas de Lynch, críptica, ilógica y fascinante. Si os gustan las películas complejas y los misterios sin explicación, no deberías dejarla pasar.
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