domingo, 13 de abril de 2008

Phantasm



En 1979, el mercado del cine de terror empezaba a llenarse de asesinos enmascarados que portaban armas cortantes, en busca de jovencitas de buen ver a las que trepanar, debido a la influencia (enorme) de la película estrenada un año antes, "La noche de Halloween" de John Carpenter. Nada que objetar, este periodo es bastante rico en películas muy recomendables, y no sería hasta la segunda mitad de los ochenta que el subgénero empezaría a oxidarse, perdiendo ya cualquier interés a principios de los noventa.
Don Coscarelli es un director atípico. Tan atípico, que muy pocos le conocerán. A algunos les sonará su nombre, pues es el creador de una saga de espada y brujería de serie B "El señor de las bestias" con Marc Singer de protagonista (el líder de la resistencia contra los lagartos en V). Pero la mayoría de los aficionados al cine fantástico le conocemos por la más rara película (y saga, aunque esa es otra historia) que ha existido: Phantasm, o Phantasma, como se la estrenó en nuestro país. Una historia concisa, de corta duración, muy pocos actores, escenarios repetitivos, pero bien utilizados, y unos efectos especiales tan imaginativos como escasos. Una película, en suma, que sale triunfando, aunque para muchos fans más "modernos" (de esos que dicen que su película favorita es Scream de Wes Craven) ha envejecido fatal y es una historia absurda.
Absurda puede que si sea, y de hecho lo es, pero esto no la perjudica, al contrario, la beneficia y MUCHO. Es una película que no tendría cabida en nuestros días, no solo porque el cine casero de bajo presupuesto ya no existe, sino porque cuenta una trama ilógica y rara, y estamos actualmente, en una etapa políticamente correcta en la cual, el espectador exige que todo misterio quede perfectamente explicado al final. Y ese es el problema, que entonce,s los misterios dejan de serlo, y no interesan a nadie. En Phantasma, tenemos una buena serie de misterios inexplicables y algunos, inexplicados.

Michael ante el misterioso portal de la habitacion blanca

Todo comienza con un rápido prólogo donde un joven es asesinado por la extraña chica con la que estaba en un parque. Chica que, consumado el asesinato, se convierte en un extraño anciano de altura increíble. A continuación, acompañamos a un joven, casi un niño, Michael, de pelo rubio y rasgos gatunos y aniñados, al cementerio, donde acude a ver el entierro del joven asesinado, amigo de su hermano mayor Jody. Tras el funeral, Mike observa como un hombre viejo y alto roba el ataud, metiéndolo en un coche. Desde entonces, comienza a investigar por su cuenta los extraños sucesos que tienen lugar en el cementerio y en la casa que hay en esta, donde habita el guardia, el viejo, el "Hombre alto" como se le conocerá, de expresión severa, avinagrada e inhumana.
La vida de Michael, en el pequeño y casi deshabitado pueblo de Morningside, es bastante rara. Aparentemente no va a la escuela, y se dedica a ir siguiendo por ahí a su hermano mayor Jody, por miedo a que este le abandone, tras la muerte de sus padres, y también a echar una mano a Reggie, el amigo de su hermano, heladero de profesión y futuro protagonista de la saga. Michael acude a la casa de una bruja local, inquieto por lo que ha visto en el funeral. Allí se le advierte que le esperan tiempos oscuros, pero que no debe tener miedo. Mike intenta contar esto a su hermano Jody, pero este está preocupado por la morbosidad de su hermano pequeño, y no le cree. Disgustado y atacado por extrañas pesadillas, Michael se cuela de noche en la casa del cementerio, donde es perseguido por una extraña esfera voladora asesina, y por el "Hombre alto" del que finalmente consigue huir, llevandose consigo varios de sus dedos, que sangran una extraña sustancia amarilla y que más tarde, se convierte en una criatura voladora que les ataca, a él y a Jody. Con ayuda de Reggie se desharán de ella, y más tarde Jody acude a la casa, donde es atacado por una especie de ser enano y monstruoso encapuchado. Huye de la casa y es recogido en coche por Michael, pero son perseguidos por otro coche que parece no llevar a nadie al volante. Cuando consiguen pararlo, descubre que lo conducía uno de los enanos, nada menos que el amigo de Jody enterrado al principio del film, muerto y reducido de tamaño.
Avisan a Reggie para que les ayude, pero es capturado. Jody encierra a Michael en la casa y se va a por el hombre alto él solo, pero Michael logra huir y descubre, en la casa del cementerio, una habitación blanca donde hay un extraño portal a otra dimensión, de mayor gravedad y temperatura, donde son enviados los muertos como esclavos, previa reducción de su tamaño para que puedan soportar las condiciones de ese otro mundo...

Michael ve al Hombre Alto en sueños... ¿o no son sueños?

Una simple sinopsis ya puede hacer comprender a quien no la haya visto que está ante una película realmente única, irrepetible y extraña. Morningside es casi un mundo paralelo, de escasos habitantes y donde no parece haber ningún tipo de ley, los hermanos se enfrentan al asunto sin mencionar siquiera la palabra policía, y nuevos personajes pueden ser presentados sin previo aviso para ser utilizados solo en un par de escenas, como las chicas que conducen a Michael a su tienda, donde este verá una foto muy antigua donde aparece el hombre alto...
Los mayores halazgos del filme se centran en este ser, y en sus iconos. Para empezar, este ser no es del todo humano, puede cambiar de aspecto e incluso de sexo a conveniencia, es inmortal y ubicuo, un embajador de otro mundo en la Tierra, resucita y reduce a los muertos para enviarlos a su mundo como esclavos. Poderoso, maligno e indestructible, de dosificadas apariciones, siempre misteriosas, como una presencia que lo controla todo en la sombra, sin intervenir, salvo cuando se hace necesario. Su físico se lo pone el actor Angus Schrimm, que había participado con Coscarelli enn un proyecto anterior, quedaría inevitablemente encasillado en su papel y lo interpretaría en las tres secuelas posteriores (hay quien dice que está una más por venir, que cerraría la saga).
El segundo punto fuerte de Phantasm son las esferas plateadas, instrumentos del Hombre Alto para dar caza y muerte a los intrusos. El ajustado presupuesto solo permitió mostrarlas dos veces, pero quedan convincentemente retratadas como armas mortales, que pasaron al panteón de otros instrumentos similares, como la garra de Freddy Krueger o la caja Puzzle de Hellraiser. Tampoco es nada despreciable la visualmente increíble "habitación blanca" ocupada por barriles llenos de enanos, preparados para ser enviados como esclavos a la otra dimensión, y dos extraños pilares plateados, que resultan ser el portal al mundo del hombre Alto.
Bizarra, surrealista, mezcla el terror con una ciencia ficción de andar por casa y fantasía. Rocambolesca historia de final más que sugerente, que nos presenta un mundo tan incoherente (ese pueblo que casi parece de otro planeta, similar a este, pero de reglas distintas) se ha convertido en una pieza clásica del cine de serie B de la época, muy bien resuelta y todo un éxito en su día.
Coscarelli se ocupó el mismo de la creación de las secuelas, algo estimable, aunque ninguna de ellas destaca por si misma, es de agradecer que ninguna trate de copiar a la primera. La secuela "Phantasma, el regreso" nos habla de como Michael ha sido internado en un manicomio (ahora interpretado por otro actor, curiosamente) y como el Hombre Alto acaba con la familia de Reggie, por lo que este y Michael tramarán una venganza y buscarán al Hombre Alto por todo el país, en poblaciones que han caído en desgracia. La tercera "Phantasma, el pasaje del terror" es una puñetera delicia solo por lo rocambolesco y revuelto de su argumento, completamente anti convencional, donde Reggie deberá cuidar de Michael y de otro niño al que han recogido, mientras Mike se reencuentra con su hermano Jody, que es en realidad, una de las esferas del hombre Alto (toma ya). De nuevo, un final abierto, donde todos los protagonistas sufren una muerte casi segura, para rescatarlos en la cuarta y hasta ahora última parte "Phantasma, Oblivion" donde se nos desarrolla la idea de que Michael sea un instrumento del hombre Alto, y no la persona que cree ser. Bastante más fallida, pese a todo, las secuelas (salvo quizá la segunda) escaparon a la moda de asesinos tipo Freddy o Jason, y son lo bastante extrañas. Se viene rumoreando que la cosa se cerraría con la quinta entrega, "Phantasm, The End" pero mas vale que se den prisa, porque el actor Angus Schrimm está en las últimas...
Phantasm, la original, es un clásico de obligada visión para cualquiera. Cualquier aficionado al cine clásico, o cualquier espectador que pretenda serlo, pero no esperéis ver una película de terror convencional, donde todo quede explicado antes de los títulos de crédito... es todo lo contrario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran pelicula de Don Coscarelli, la que le llevó a la fama.
Recuerdo que la primera vez que vi esta pelicula fue con un amigo, un dia de cada dia y por la tarde,me la recomendó y decidi verla, cuando terminó me quede un poco extrañado, no pensaba que la pelicula iba a ser de ese modo, tan extraña, estrafalaria y melancolica, aunque lo cierto es que me gustó era del estilo que se iba a llevar en los 80, bajo coste de producción, terror casposo, con elementos sangrientos y demás.
Ahora después de varios años la he visto de nuevo y me ha gustado igual, hay que considerar el dinero con el que fue hecha y la actuación de los protagonistas, bien intencionadas y logrdas; también he visto sus otras tres partes, también me han parecido interesantes, en especial la tercera, la mas lograda, aunque esta primera sigue siendo la mejor (con el inolvidable Angus Scrimm como "el hombre alto" en cada una de las partes) y con ese tono vehemente, de soledad y penuria que presenta.
Tengo entendido que harán una quinta parte este año, si la hacen espero que sea la ultima (aunque me guste la saga) y terminen la historia de una manera logica.

Anónimo dijo...

Gran pelicula de Don Coscarelli, la que le llevó a la fama.
Recuerdo que la primera vez que vi esta pelicula fue con un amigo, un dia de cada dia y por la tarde,me la recomendó y decidi verla, cuando terminó me quede un poco extrañado, no pensaba que la pelicula iba a ser de ese modo, tan extraña, estrafalaria y melancolica, aunque lo cierto es que me gustó era del estilo que se iba a llevar en los 80, bajo coste de producción, terror casposo, con elementos sangrientos y demás.
Ahora después de varios años la he visto de nuevo y me ha gustado igual, hay que considerar el dinero con el que fue hecha y la actuación de los protagonistas, bien intencionadas y logrdas; también he visto sus otras tres partes, también me han parecido interesantes, en especial la tercera, la mas lograda, aunque esta primera sigue siendo la mejor (con el inolvidable Angus Scrimm como "el hombre alto" en cada una de las partes) y con ese tono vehemente, de soledad y penuria que presenta.
Tengo entendido que harán una quinta parte este año, si la hacen espero que sea la ultima (aunque me guste la saga) y terminen la historia de una manera logica.

Sentenzia dijo...

“Phantasma” es, con toda seguridad, una de las mejores películas y seroes de terror que he visto. Y entiendo algo de esto, siendo escritor de novelas y relatos de terror gótico. Una historia sofocante y aterradora, recargada y obsesiva hasta lo extremo. Cierto que carece del apoyo de unos eficientes efectos especiales, pero ello, lejos de resultar algo negativo, le favorece en cambio enormemente.

El cine de terror hace no hace migas con los efectos especiales. Van en detrimento de la creatividad. Las mayores obras maestras del género, son en su mayoría cosa del pasado –“Drácula” de Bela Lugosi, “Frankestein” de Boris Karloff, “La leyenda de la Mansión del Infierno”… La falta de creatividad se suple con esos efectos. Cuando no hay ideas, se cubre el expediente con escenas impactantes desde el punto visual. Cabezas saltando por los aires seccionadas, transformaciones dignas de Oscar en sí mismas, etc. Pero con ello sólo se consigue el susto fácil, en contraposición ala sensación de miedo e inquietud logra da por los grandes maestros que derrocharon –y siguen derrochando algunos-, talento creador. Así, grandes obras actuales son “The ring” –pero la versión Japonesa, cuyo título no recuerdo-, “Los otros” o “El internado”. Cintas que sin el derroche hollywodiense de efectos especiales, reflejan la genialidad de sus directores y consiguen atraparte en su atmósfera gótica y aterradora hasta el final, en ocasiones sin una sola escena violenta o gota de sangre en todo el metraje. No tengo nada en contra del cine americano. De hecho, soy ferviente defensor del mismo y aborrezco por loo general el español, pero en lo que al género terror se refiere, últimamente le están chafando la guitarra producciones mucho más modestas. Precisamente por ello. Al ser más modestas, los directores han de agudizar el ingenio y su creatividad para suplir la falta, como en los mejores tiempos de la Universal o la Hamer.

Eso en cuanto al pasado lejano y el presente. Pero entre ambos, hubo un espacio más o menos dilatado, en el cual hubieron grandes productos también. ¿Quién puede olvidar a “El exorcista”, “El resplandor”, “Posesión infernal”, “Viernes 13”, “Pesadilla en Elm Street”… Estas tres últimas, únicamente en su primera entrega, ya que a partir de la segunda la cosa declina hasta llegar a resultar deprimente.

Pues bien, en ese contexto temporal intermedio, fue que se dio “Phantasma” y ha pasado por méritos propios a los anales del cine de terror. El ya mítico “hombre alto”, forma hace ya mucho parte de la galería de villanos más consagrada del cine de terror, junto a Drácula, el monstruo de Frankenstein, Freddy Krueger o Jason Vorgees. Personajes legendarios cuya sola evocación sobrecoge y forman ya parte de la imaginería popular.n En cuanto a la película y la serie, más de lo mismo. Forman ya parte del mejor cine de terror de culto.