viernes, 14 de septiembre de 2007
Aullidos
Aullidos (The Howling) fue en parte culpable de la resurrección en cine de los hombres lobo en la década de los ochenta. Junto con películas como "Un hombre lobo en Londres", o "Lobos humanos". Su director, Joe Dante, ha dirigido otros proyectos más conocidos (Grmelins, Pequeños Guerreros) y tiene en su haber otra joya, "Piraña" (la original).
Pero centrémonos en Aullidos. Comenzamos en las sórdidas calles de Nueva York, donde un chiflado ha estado despedazando mujeres a troche y moche, sin que la policía haya podido echarle el guante. El asesino comete el error de enviarle mensajes guarros a una locutora de televisión, Karen White (Dee Wallace Stone, toda una dama del género, vista tambien en Critters, Cujo, E.T.). La locutora, lejos de amedrentarse, decide citarse con el asesino para que la policía pueda atraparle, y ella se queda con la "exclusiva". Así, el asesino va guiándola por las calles más sórdidas de Nueva York, llenas de prostitutas, maníacos, sex shops de lo más cutres. En uno de esos sex shops, en una cabina de cine porno, se encierra confiada Karen con el asesino, al que solo conoce como "Eddie", confiada en que la policía la sigue de cerca, pero en realidad, la policía ha perdido su rastro, para desconsuelo de su marido Bill, que asiste angustiado a la operación.
Finalmente, la policía pasea por la avenida, entran al sex shop a preguntar. Salen alaridos de la cabina, los policías disparan... Eddie ha muerto, pero Karen no recuerda absolutamente nada de lo sucedido dentro, y sufre un grave shock que la impide llevar una vida normal. Su psiquiatra, el doctor Weggner, de técnicas bastante modernas, le aconseja que se mude con su esposo a una colonia de reposo, durante un tiempo, para recuperarse de la experiencia. Allí conocerá a los pintorescos habitantes: Donna, la que será su mejor amiga, el sheriff, un anciano borracho que amenaza con suicidarse todas las noches, Marsha Quist, una ninfómana que vive en el bosque, y que pone sus ojos desde la primera noche en Bill, y el hermano de Marsha, un muchacho que parece más un perro que un hombre... por las noches, se oyen escalofriantes aullidos en los bosques que rodean la colonia, pero Karen se siente a gusto allí, hasta que una noche, mientras pasea con Bill por el bosque, un enorme lobo ataca a su marido y le muerde. Por otra parte, los compañeros de Karen en la cadena de televisión, Terry y Chris, investigan a Eddie, descubriendo que tenía en su apartamento una serie de dibujos hechos por el mismo, con rostros humanos, pero cubiertos de pelo. Y la pesadilla da comienzo cuando el cadáver de Eddie dsesaparece del depósito, siendo la puerta de este destrozada... desde dentro.
Si me apuran, diría que Aullidos es la mejor película de licántropos jamás hecha. Es única, con una atmósfera de cuento de hadas y un guión detallado punto por punto, lleno de temas subyacentes de interés en los ochenta, ya sean las terapias psiquiátricas modernas, las colonias terapéuticas experimentales, la política o el sexo. Desde las primeras escenas en las peores calles de Nueva York, a las que sucederán en esos bosques que rodean la colonia, bosques fotografiados de azul y negro, llenos de niebla y donde, por la noche, suenan espantosos aullidos, tenemos la sensación de que nos adentran, de la mano, en un cuento de hadas de caracter casi épico.
La película respeta y viola a la vez varias reglas de los hombres lobo. Por ejemplo, en esta película, los hombres lobo se convierten a voluntad, no necesitan la luna llena para sufrir la conversión, e incluso alguno de ellos se convertirá de día. Sin embargo, serán las balas de plata el elemento indispensable para acabar con las criaturas, adquiridas por Terry y Chris en una estrafalaria tienda de artes ocultas regida por el entrañable Dick Miller (presente como secundario en todas las películas de Joe Dante).
Dante y su guionista, John Sayles, nos lleman de la mano en un viaje iniciático (para Karen y para nosotros) en un mundo de ensueño, surrealista, donde todo puede ser hermoso y esperanzador, pero volverse aterrador en el momento menos pensado (el hermoso y solitario paraje de la colonia donde Karen descansa habitualmente, se volverá un lugar amenazador cuando lo descubra dibujado con todo detalle en la casa del asesino presuntamente muerto Eddie). Y el final, no solo es irónico, pletórico de mala leche, antológico... es perfecto. La historia, sencilla y llanamente, no podía acabar de otra forma. En cualquier caso, Aullidos es IMPRESCINDIBLE.
NOTA: La película ha salido hace poco en nuestro país en una edición en DVD bastante completa.
NOTA 2: La película contaría nada menos con SEIS secuelas, e las cuales solo he podido ver la segunda, un cachondeo de serie B donde Christopher Lee hace el hermano de la protagonista, y se ve envuelto en una trama licantrópica en Europa, sin pies ni cabeza). De las demás, solo sé que fueron producciones baratas, algunas de ellas con financiación extranjera (Sudáfrica y Australia) y que se estrenaron directamente en vídeo y nadie les tiene mucha estima.
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