viernes, 28 de septiembre de 2007

Hellraiser



Clive Barker es un artista. Escritor sin par, pintor, director de teatro, músico, director de cine... todo en uno. Sus obsesiones recurrentes son las mismas en todas las artes. Pero siempre había destacado especialmente en literatura, con sus imprescindibles "Libros de sangre" (o Libros sangrientos, según la edición española que se posea) y un par de relatos de esta recopilación habían sido llevados al cine por George Pavolou "Mundo subterraneo" película que desconozco (y no conozco personalmente a nadie que la haya visto, por lo que se solo tuvo una edicion en video en nuestro pais y hoy en dia es un "incunable") y Rawhead Rex, más accesible (vista en television y en video) una produccion de serie B no del todo mediocre/no del todo salvable, bien ambientada, pero con unos efectos especiales tan pobres y unos actores tan inadecuados, que acaba desinflando sus interesantes propuestas.
Visto como estaba el percal, insatisfecho con ambas películas, Barker decidió controlar él mismo la siguiente adaptación de un relato suyo que se hiciera, algo bastante intrepido teniendo en cuenta que no tenía ninguna experiencia en ese campo. Finalmente decidió adaptar una novela corta suya "The hellbound heart" de producción británica, no americana (ato importante) e ínfimo presupuesto. Los FX corrieron a cargo de Bob Keen y su equipo, y resultan más o menos convincentes en cuanto a mutilaciones y gores varios, pero verdaderamente chapuceros cuando se trata de mostrar efectos de luz. La película cuenta con actores absolutamente desconocidos, salvo Andrew Robison (Larry Cotton) que había hecho algún papel importante, como el impactante villano de "Harry el sucio". Los demás eran actores de teatro británicos, amigos de Barker.
Todo comenzará cuando Frank Cotton, un tipo pervertido, sin escrúpulos, y siempre en busca de nuevas sensaciones, compre una ezxtraña caja en un bazar oriental, que se supone abre las puertas a una dimensión que permite alcanzar al viajero nuevos niveles de sensaciones. La caja es un puzzle, y ya en Londres, en la vieja casa familiar, Frank resolverá su enigma, con funestas consecuencias: unas criaturas mutiladas más allá de toda descripción lo someten a una tortura inenarrable antes de despedazarle.
Algún tiempo después, el hermano de Frank, Larry, llegará a la casa, para instalarse allí con su fría esposa, Julia, que fue la amante de Frank poco antes de su boda con Larry. A la casa llegará después la hija de Larry, Kirsty (fruto de un matrimonio anterior). Durante la mudanza, Larry se hace una profunda herida en la mano, y su sangre gotea abundantemente sobre el suelo del cuarto donde Frank llevó a cabo el ritual, y donde los extraños seres dejaron enterrados sus (escasos) restos mortales. Poco después, Frank resurgirá, eso si, convertido en un esqueleto de consistencia gelatinosa. Pedirá ayuda a Julia para volver a ser humano... para lo que necesita la sangre de otros hombres. Julia, aunque asqueada, sigue demasiado fascinada por él para poder negarse, y no tardará en caer en una repugnante espiral de asesinatos para restaurar a su amante, que va recuperando su cuerpo físico poco a poco. Cuando ya solo falta una piel que cubra sus renacidos tejidos, Kirsty les descubrirá, y tras una pelea con Frank, huirá, con la caja puzzle en su poder, y acabará en el hospital, fruto de un profundo shock.
Allí, sin nada que hacer salvo cavilar acerca de las horribles cosas que ha visto, acabará jugando con la caja puzzle, y resolviendo su enigma, abriendo las puertas a los cenobitas, que se definen como "ángeles para unos, demonios para otros", exploradores de la difusa región sensorial, en algún punto entre el placer y el dolor, que a lo largo de los años han ofrecido sus experiencias a un puñado de hombres aburridos, como Frank, de los triviales placeres tridimensionales. Los cenobitas informan a Kirsty de que, según su ley, como ha abierto la caja debe acompañarles para probar sus sensaciones. Kirsty, naturalmente, se niega, y acaba haciendo un trato con ellos: les entregará a Frank, y a cambio la dejarán en paz.
Pero cuando Kirsty vuelva a la casa, la situación ha cambiado: Frank y Julia han matado a Larry, y Frank se ha robado su piel, disfrazándose con ella, por lo que engaña a Kirsty en un principio. Sin embargo, cuando Kirsty le descubre, comienza una persecución por toda la casa, durante la cual, Frank mata a Julia sin demasiados remordimientos. Más tarde, los cenobitas harán su aparición para devolver al fugado a su "celda" y poner así las cosas en orden, pero a pesar de ello, intentarán capturar a Kirsty, la cual usará la caja para devolverlos a su mundo.

Aunque Frank no lo sabe, ha tenido una MALA IDEA...

La historia tiene algunos puntos muy sugestivos, pese a que los cambios realizados con respecto a la novela la perjudican, ya que solo sirven para decorar el producto algo más comercialmente. Para tal fin, Barker se saca de la chistera a un personaje innecesario, Steve, el interés amoroso de la protagonista, que no aporta absolutamente nada a la trama.
La idea más atractiva (muy propia de Barker, recurre a ella en multiples ocasiones) es que somos nosotros, los humanos, y nuestras bajas pasiones, los causantes de todo el mal y el sufrimiento. Los cenobitas no son en absoluto los "malos" de la historia, son agentes, embajadores de otra dimensión, comerciantes de sus sensaciones. Solo pueden acudir cuando la caja es resuelta, y entonces hacen su trabajo. Suya es la tarea de devolver a Frank a su encierro, o sea, de poner las cosas en orden. Los verdaderos villanos de la historia son sin duda esa pareja, Frank y Julia, quienes, movidos por sus propios intereses (Frank, una falta de escrúpulos morales que asustan y un egocentrismo galopante, Julia, la atracción que siente por él y el aborrecimiento hacia su marido y su vida rutinaria) generan el sufrimiento y convierten en un infierno la vida de los inocentes que les rodean (Larry y Kirsty, los unicos personajes positivos de la pelicula). Es debido a esa lógica que el final, truncado para ser mas comercial, da al traste con la idea de los cenobitas. Cuando han cumplido su mision, deciden romper su pacto y llevarse consigo a Kirsty, simplemente para proporcionar unas escenas finales en las que se refuerce la idea de que ella es la heroína de la película. Todo habría quedado mucho más inquetante (y logico) si estos seres, una vez cumplida su tarea, hubiesen desaparecido sin dejar rastro (como si sucede en la novela).

Frank cree haber huido, pero los cenobitas aun no han dicho su ultima palabra...

Aun con esos dos fallos mencionados (el personaje que sobra y el final malogrado) las inquetantes ideas e imágenes que desfilan por el film lo convierten en una pequeña obra maestra del género. Ninguna de las secuelas tendría ni un ápice de su originalidad, siendo Hellraiser II: Hellbound, la única que se deja ver a ratos, por que recoge a todos los personajes de la primera parte y propone algunas ideas y atmosferas interesantes, que acaban por hacer agua. La tercera parte presenta a los cenobitas en una discoteca, masacrando inocentes sin motivo, y a un Pinhead convertido en un bufón más. La cuarta parte tiene un flashback muy interesante que presenta la creación de la caja, pero acaba con los cenobitas en una nave espacial, en el futuro, con lo que resulta todavía peor que la tercera. La quinta (la mas odiada por Barker) y la sexta están al mismo nivel: cogen una intriga cualquiera, y le añaden alguna aparición de los cenobitas. Nada que aportar. La septima y la octava todavía no han sido estrenadas en España.

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