miércoles, 19 de septiembre de 2007

Carrie



Brian DePalma es un irector de lo más atípico. Toa la primera parte de su filmografía está preñada de rarezas, de experimentos fílmicos atrevidos. Y a partir de "Hermanas" comenzó DePalma su filmografía de plagio/homenaje al cine de Alfred Hitchcock. Dicha etapa "hitchconiana" ha tenido numerosos ejemplos (Fascinación, Vestida para matar, Doble cuerpo...) pero su filmografía sigue estando salpicada de notorios films que se salen de esa linea, como la famosa y espectacular "El precio del poder" donde un glorioso Al Pacino interpreta a un ambicioso inmigrante cubano en América, que acaba por convertirse en un desquiciado y diabólico capo multi millonario de la droga, o el musical/película de terror "El fantasma del paraíso" tan absolutamente inclasificable como fascinante.
Carrie pertenece a una hibridación de ambos campos. Si bien la película se basa en la primera novela de Stephen King, y su trama no se presta a los homenajes, DePalma los incluye: el instituto "Bates", la "escena de la ducha", o la madre de Carrie, que tiene no pocos puntos de contacto con la de Norman Bates. Además, la música es de Pino Donnagio, claramente inspirada en la de Bernard Herrman... pero vayamos con la película.
Carrie White (una Sissy Spacek espectacular, nominada al Oscar por su papel) es una joven poco agraciada, introvertida, blanco constante de las burlas de sus crueles compañeras "populares". Sin embargo, la culpa de su trauma no la tiene ella, sino su madre (Piper Laurie, igualmente magistral) una fanática que cree que todo el mundo vive en pecado, y ha educado a su hija con una severidad igna de la Gestapo, maltratándola y encerrándola en un armario oscuro lleno de imágenes religiosas que a Carrie le inspiran terror. El tercer elemento que la aisla es su poder de telequinesia: puede mover objetos con la fuerza de su mente. Aunque siempre ha intuido que tenía ese poder, al llegar a la adolescencia comienza a desarrollarlo... su única amiga es la profesora de gimnasia, la señorita Collins, que intenta integrar a Carrie y ayudarla. Sin embargo, una mañana, tras un partido de voleibol, a Carrie le sobreviene su primera regla. Su madre jamás le había hablado de ella, por lo que la chica cree que está a punto de morir desangrada. Sus compañeras, en un alarde de solidaridad, comienzan a lanzarle tampones y compresas mientras la insultan. Una vez en su casa, su madre le impondrá uno de sus severos castigos porque ya es "una mujer".
Más tarde, la señorita Collins decide imponer disciplina entre sus alumnas, y castiga a una serie de severos ejercicios físicos a las participantes de la burla, con la condición de que, quien se las salte, no podrá asistir al cercano baile de fin de curso que ya se está preparando. Chris Hargensen (Nancy Allen) la cabecilla de las chicas populares, decide vengarse, considerando a Carrie como la única culpable de la situación, y pide ayuda a su último novio, Billy Nolan (John Travolta en uno de sus primeros papeles). Por otra parte, Sue Snell (Amy Irving, habitual en el cine de DePalma) se siente avergonzada por lo sucedido, ya que ella jamás se había considerado como una muchacha cruel. Para intentar compensar a Carrie, pide a su novio, Tommy Ross (William Katt) que acompañe a Carrie al baile de fin de curso. Carrie, por otra parte, comienza a estudiar el fenómeno de la telequínesis, y a practicar constantemente. Finalmente, Tommy consigue convencerla de que le acompañe al baile, de que no se trata de ninguna "broma". Por su parte, Chris y Billy llegan a una granja donde sacrifican a dos cerdos, con el fin de proveerse de sangre. El día del baile, gracias a algunos arreglos de Chris, Carrie y Tommy serán elegidos rey y reina, y cuando suban al escenario...

Carrie ya no puede más, la pobre

Visualmante, la película muestra una fotografía amarillenta, sucia y granulada, que contribuye a crear una atmósfera malsana, desagradable, que le va muy bien a la historia que se cuenta. La banda sonora, como ya se ha dicho, puntea a la perfección las imágenes. Asistimos a la historia de un patito feo, una muchacha que ha crecido en un ambiente enrarecido y malsano, religiosamente fanático, de donde ha salido tímida, incapaz de enfrentarse al mundo. Un personaje tan patético que solo consigue dar lástima... hasta que explota y desata su venganza, tras la humillación final en la coronación del baile, un final donde DePalma usó la pantalla partida (split screen) para mostrarnos, por un lado, la brutal venganza, y por otro, los ojos desmesuradamente abiertos y blancos de Carrie. El plano final cierra el filme correctamente, propiciando un buen susto al espectador, como debe ser. Una película efectiva, capaz de hacernos sentir compasión por un personaje que después desatará el Infierno sobre sus torturadores, incapaz de sentir la piedad que nunca nadie ha sentido por ella. Pasó bastante desapercibida en su día, porque no se publicitó como debía y no contaba con ninguna estrella, pero a pesar de todo, con los años ha devenido en film de culto, que incluso contó, en los noventa, con una (nefasta e innecesaria) secuela. Una pequeña joya digna de ser recuperada por el público actual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo mejor la traicion de miss collins, si bien podemos decir en su defensa que es humana y , "el que este libre de pecado que tire la primera piedra" tampoco hay que olvidar que era la unica persona en quien confiaba carrie. hasta es probable que se hubiera arrepentido, pero ese tipo de traiciones duelen y lo se por experiencia. yo en lugar de carrie tambien me las hubiera cargado