viernes, 14 de septiembre de 2007

Halloween II



En 1981, los productores de la noche de Halloween original deseaban explotar su gallina de los huevos de oro, especialmente viendo lo rentables que eran los slasher en aquel momento (Viernes 13, estrenada un año antes, fue la mayor fuente de ingresos de la productora). Aunque el artífice original, John Carpenter, no deseaba repetir con una secuela, los productores si estaban interesados. Hubo alguna bronca, y finalmente Carpenter coescribió y co produjo con Debra Hill (tambien co guionista y productora de la Halloween original) y volvió a componer la banda sonora, con ese tema central tan sugerente, tan misterioso, que ha sido el leit motiv de toda la serie...
La película no solo retoma a Donald Pleaseance y Jamie Lee Curtis, sino que se desarrolla en la misma noche. Es decir, al concluir la película original, veíamos como Loomis vaciaba un tambor de su revólver contra Michael, y a pesar de todo, este se levanta y se va. Tras proveerse de otra arma, se dirige al hospital, donde han llevado a Laurie, con un corte en el brazo y el tobillo roto.
La película vuelve a tener una estructura dual: Por una parte, los intentos cada vez más cansados de Loomis por encontrar a Michael, y las consecuencias de sus asesinatos, que van dejándose ver en la tranquila ciudad (grupos de linchadores que hacen más mal que bien). Por otra parte, seguimos a Michael en sus andanzas, y veremos como elimina a todo el personal de guardia del hospital (de formas estúpidas a veces, y con mucha más sangre y menos arte que en la primera parte). Donde antes había sombras y elipses que permitían al espectador recrear en su mente lo sucedido, ahora solo hay sangre artificial sobre una prótesis de plástico.
Este es el prinpal problema de la película, se abandona la sugerencia y se pasa a la explicitud. Un error. El segundo problema de la cinta es que aquí se intentan explicar los orígenes y motivaciones del asesino. Un sinsentido, puesto que quedó probado en la primera parte que un asesino imparable, que ataca sin motivaciones al primero que se le cruza, simplemente porque es el Mal en persona, es mucho más aterrador que si se explica con detalle porque hace lo que hace. Al final resulta que Michael obtuvo de alguna forma (no se explica claramente hasta la sexta secuela) su inmortalidad, su resistencia o como se quiera llamarlo, de un antiguo culto celta. Y el motivo por el que atacó a Laurie es porque esta es su hermana (pequeña, no la hermana mayor a la que asesina al principio de la primera parte). Laurie fue dada en adopción, pero Michael siente los viejos vínculos y decide cortarlos... como he dicho antes, un sin sentido y unas explicaciones no solo innecesarias, sino torpes.
Carpenter no deseaba dirigir de nuevo la misma historia, así que un inexperto director de videoclips y documentales, Rick Rosenthal, tomó la batuta (aunque siempre ha existido el rumor de que Carpenter filmó la mayor parte del metraje). Roshental retomaráría al personaje en la octava secuela (que por suerte, no he visto).
En resumen, un slasher correcto, que se puede ver... pero una secuela que destroza un mito y que no está ni por asomo a la altura del original. Ninguno de los directores posteriores insistió en los temas que Carpenter había apuntado en su obra maestra, prefiriendo ceñirse a los moldes prefabricados del slasher más convencional.
NOTA: La película hoy en día es bastante ilocalizable en nuestro país. Hay dos ediciones, la primera desconozco qué casa la editó, y la segunda, la que tengo, es de Polygram Video. La película se estrenó en España con el estúpido título de ¡Sanguinario! Halloween II, que me he negado a utilizar en el post. La han pasado varias veces en TVE2 y en las autonómicas, pero no está editada en DVD en nuestro país, aunque si en EEUU.

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